Actividad

Se profundizaron las caídas en industria y construcción



La industria siguió en rojo durante marzo

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) evidenció una caída del 6,3% mensual desestacionalizada en marzo y una contracción del 21,1% en la comparación interanual (la mayor desde abril del 2020).

De esta manera, la producción industrial mostró una reducción del 14,8% i.a en el primer trimestre y acumula una caída del 17,5% entre octubre y marzo (6 meses en rojo), lo cual la sitúa en niveles de junio del 2020, cuando la economía se estaba recuperando de la pandemia.

A su interior, las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. Los mayores rojos se vieron en “Muebles y colchones”, y “Otras industrias manufactureras” (40,4%), “Productos minerales no metálicos” (35,8%), “Maquinaria y equipo” (-37,9%;) e “Industrias metálicas básicas” (-34,0%).

La construcción no encuentra piso

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) reflejó una caída del 14,2% mensual desestacionalizada en marzo y una marcada contracción del 42,2% en la comparación interanual. En ambos casos, se tratan de las mayores caídas desde mediados del 2020, cuando la economía se vio afectada por la pandemia.

De esta manera, la construcción evidenció una reducción del 30,3% i.a. en el primer trimestre del año e hila ocho meses consecutivos a la baja (acumula una caída del 36,4% entre agosto y marzo).

Al interior del indicador, cayeron bien por encima de los dos dígitos todos los insumos vinculados a la construcción en marzo. Se destacan las caídas en “Asfalto” (-69,2% i.a.), “Hierro” (-54,3% i.a.) y “Cemento Portland” (-43,1% i.a.). En paralelo, la dinámica de este sector también afectó la producción industrial vinculada, retroalimentando el golpe a la actividad económica durante los dos primeros meses del año.

¿Qué esperamos hacia adelante?

El periodo de correcciones macroeconómicas que está transitando el Gobierno tuvo como consecuencia un fuerte deterioro en la actividad en el primer trimestre, explicado por varios factores: 1) La corrección de los principales precios relativos (tipo de cambio, tarifas de servicios públicos) que golpearon al consumo privado y a las ramas principalmente vinculadas a la demanda interna; y 2) El fuerte recorte del Gasto de Capital (-87% i.a. en términos reales en el primer trimestre), lo cual generó un freno abrupto en la obra pública.

No obstante, la actividad económica habría alcanzado su piso en marzo: la mayoría de los indicadores adelantados muestran una recuperación parcial en el margen para abril, lo cual podría implicar un cambio de tendencia de cara a los próximos meses.

Por el lado de la industria manufacturera, la recuperación de los ingresos reales por paritarias que comenzaron a repuntar y una inflación desacelerando podrían reactivar la demanda, aunque no volvería en el corto plazo a los niveles normales. Además, una mejor evolución de los sectores energético y agropecuario, que repercuten en ramas industriales como molienda de oleaginosas, producción de agroquímicos, etc. podrían impulsar el repunte.

En cuanto a la construcción, estimamos que el recupero de la actividad será más lento que el de la industria. Si bien la obra pública continuará jugando en contra producto del recorte fiscal, la reaparición del crédito hipotecario y la falta de alternativas de inversión podrían ser factores que reactiven la obra privada. Sin embargo, pese a una mejora que podría darse en el margen, la construcción no recuperaría en el corto plazo los niveles previos a la recesión.



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