Editorial

No aclares que oscurece



El anuncio presidencial profundizó la desconfianza de los agentes económicos

La reacción de los mercados al anuncio que el Presidente realizó esta mañana (el FMI adelantaría los desembolsos acordados para cubrir todos los vencimientos de deuda pública de 2019) fue contundente: el tipo de cambio trepó más de 7%; y, lejos de bajar, el Riesgo País continuó al alza . La falta de precisión en la comunicación, la ausencia del Ministro de Hacienda y Finanzas y una declaración ambigua del FMI, dejaron muy expuesta a la figura presidencial, profundizando la crisis de la confianza de los agentes económicos. Encima, el anuncio no despejó las dudas de los tenedores o potenciales compradores de la deuda pública argentina: el Ejecutivo dio certezas de que no habrá incumplimiento hasta 2019 pero aumentó la incertidumbre sobre el repago de los bonos soberanos de mayor plazo.

¿Podrá el Gobierno revertir el creciente deterioro de las expectativas?

A poco más de un año de las elecciones presidenciales, el Poder Ejecutivo se enfrenta a una situación muy compleja: perdió la confianza en el rumbo económico en una sociedad que se caracteriza por comprar dólares ante la mayor incertidumbre. Esto genera un círculo vicioso de mayor depreciación del peso, aceleración de la inflación y profundización de la recesión. Suponiendo que la administración Macri logra destrabar los futuros desembolsos del FMI desterrando toda preocupación de default hasta el final de su gestión, le queda aún la faraónica tarea de estabilizar el tipo de cambio en un contexto de generalizada desconfianza. Hay sólo dos opciones para frenar una corrida cambiaria en el escenario actual: se deja que el tipo de cambio se dispare (“overshooting”) hasta provocar un superávit significativo del sector externo que brinda a la mayoría de los agentes una señal unívoca de que el dólar está caro frenando la dolarización de activos (como sucedió en los primeros meses de 2002 cuando el dólar rozó 4 ARS/USD y luego se estabilizó en torno a 3 ARS/USD); o el BCRA aplica una intervención contundente en el mercado cambiario para revertir las presiones alcistas. Como el nivel de Reservas internacionales es acotado y el acuerdo con el FMI deja poco margen a la autoridad monetaria para realizar venta estabilizadora, en la práctica se está imponiendo una dinámica cambiaria tipo “overshooting”.

 ¿Qué implica esto sobre nuestras proyecciones económicas?

Lamentablemente, nuestro escenario Pesimista se ha convertido en el más probable. Esto significa que tanto la depreciación del peso, como la inflación y la recesión, se profundizarán en 2018 comprometiendo seriamente los primeros meses del año que viene. ¿Esto significa que la Argentina se dirige inexorablemente a una nueva crisis económica? No, pero las medidas necesarias para salir de este círculo vicioso deberán ser contundentes y tener un amplio respaldo de la dirigencia (políticos, empresarios, sindicalistas, organizaciones sociales, etc.). Construir consensos no será sencillo a poco más de un año de elecciones presidenciales, pero la gravedad de la situación económica lo amerita ya que para evitar una nueva crisis será necesario que afloren los acuerdos.



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