Política

El retroceso electoral del oficialismo y el riesgo de una derrota nacional



Las elecciones legislativas no son elecciones de distrito único, son 24 elecciones simultaneas. Por esta razón, suele ser difícil determinar si hubo un ganador a nivel nacional. De hecho, los oficialismos suelen juntar la mayor cantidad de votos cuando se contabilizan las 24 provincias. Ello sucedió en 2009 y en 2013 cuando el Frente para la Victoria perdió en PBA, pero sacó más votos que cualquier otra fuerza política, porque colectó votos en todas las provincias.

Sin embargo, esta elección de medio término tiene una particularidad distintiva: quizá por primera vez, una coalición opositora (Juntos por el Cambio) pueda competir a la par por juntar más votos a nivel nacional que el oficialismo. Por este motivo, será interesante estudiar cómo quede establecido el escenario nacional el domingo 12 por la noche, una vez terminado el conteo.

Cuando uno mira la dinámica de apoyo electoral que presentamos en nuestros estudios nacionales, nos encontramos con un proceso de deterioro que ha dejado al oficialismo en niveles de apoyo inferiores al 40%. Si uno contempla solo a aquellos encuestados que dicen que van a ir votar efectivamente, y proyecta indecisos con criterios de voto pasado, se podrían estimar niveles de apoyo electoral de 35% a nivel nacional.

Es cierto, parte de la participación contemplada podría no efectivizarse por la apatía o el desencanto que se observa en el electorado. E incluso, ese mayor ausentismo probablemente tenga una tendencia de voto opositor. Es precisamente por ello que estimamos que ese 35% de intención de voto podría aumentar por efecto de un mayor ausentismo, pero que aun así no llegaría al 40% que permitiría ilusionar al oficialismo con un triunfo nacional.

Como contrapartida, Juntos por el Cambio tendrá candidatos en todas las provincias. Nuestras proyecciones nos indican que podría imponerse en 4 de las 5 principales provincias (Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza). Además, podría competirle de manera muy pareja en la provincia de Buenos Aires, lo que le daría un buen impulso para la pelea voto a voto a nivel nacional.

Por todos estos elementos es que sostenemos que el retroceso electoral evidenciado por el oficialismo, con relación a su caudal electoral de 2019 lo pone bajo la amenaza de que la principal coalición opositora, rival de la elección presidencial de 2019, pudiera juntar más votos que el Frente de Todos e imponerse en la contabilidad nacional de la elección legislativa.

Además de la contabilidad de votos a nivel nacional y la pelea del oficialismo con Juntos por el Cambio para ser la fuerza más votada del país, el otro dato al que hay que prestarle atención el domingo por la noche será el resultado en la Provincia de Buenos Aires. Esto se debe no solo a factores cuantitativos (es la provincia más grande y la que más bancas reparte), sino porque fue el distrito epicentro del triunfo del Frente de Todos en 2019. Casi el 80% de la diferencia en votos que le sacó Alberto Fernández a Mauricio Macri a nivel nacional se explica por la diferencia que le sacó en el Gran Buenos Aires.

Retener la Provincia podría ser el resultado que ayude al oficialismo a matizar el deterioro en su caudal electoral en relación con lo obtenido en 2019. Pero perder en el distrito donde la figura fuerte de la coalición (Cristina Kirchner) tiene depositado el futuro de su proyecto político (Axel Kicillof y Máximo Kirchner) sería una señal muy preocupante para lo que pudiera pasar con el oficialismo en este distrito en 2023.

 

*El presente artículo es un extracto del “Panorama Político” que elabora mensualmente Synopsis Consultores para clientes de Ecolatina suscriptos al Módulo Político.



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