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El efecto de la sequía sobre la industria y lo que viene



En junio, la industria cayó tanto en términos interanuales como mensuales (sin estacionalidad). De todas maneras, en el acumulado del año el desempeño logró mantenerse positivo, mientras que el sector siguió operando en niveles históricos relativamente elevados.

En un contexto de comportamientos dispares, se observó un mejor desempeño de las ramas asociadas al sector energético, combustibles y automotor, mientras que se registran caídas en los sectores vinculados al sector agrícola, producto de la sequía, y en las ramas vinculadas al sector de la construcción.

Estimamos que la industria exhiba una recesión en el promedio del 2023. El shock que significó el resultado de las PASO, la fuerte incertidumbre imperante, el impacto de la aceleración inflacionaria sobre los ingresos y las mayores restricciones sobre las importaciones profundizarán los efectos recesivos sobre ramas industriales vinculadas al mercado doméstico y la inversión productiva.

¿Cómo evolucionó la industria en el primer semestre?

 Según INDEC, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) cayó 2,2% i.a. en junio. Además, arrojó un deterioro de 1,3% mensual en términos desestacionalizados, acumulando dos meses consecutivos de caídas.

Sin embargo, en el acumulado del semestre las cifras aún son positivas: el sector tuvo un crecimiento de 1,3% i.a. hasta junio -operando en los niveles más altos desde el inicio de la serie, en 2016-, y, en términos desestacionalizados trepó 0,6% respecto a diciembre de 2022.

¿Qué hay al interior de estos números?

En un contexto de comportamientos dispares, se observó un mejor desempeño de las ramas asociadas al sector energético, combustibles y automotor, mientras que se registran caídas en los sectores vinculados al sector agrícola, producto de la sequía, y en las ramas vinculadas al sector de la construcción.

Al diferenciar por rama industrial, se observa que la mitad de la caída interanual de junio estuvo explicada por dos sectores estrechamente vinculados al impacto de la sequía sobre la cosecha gruesa: Alimentos y bebidas (-4% i.a.), donde Molienda de oleaginosas fue la que tuvo una contracción más pronunciada (-21% i.a.), y, por otro lado, Maquinaria agropecuaria (-13% i.a.). Además, Agroquímicos mostró un estancamiento en el mes (-0% i.a.).

De todas maneras, cabe destacar que, excluyendo el desempeño de alimentos y bebidas (sin carnes), maquinaria agropecuaria y agroquímicos, el índice industrial también se mantuvo en rojo en el mes (-0,8% i.a.), dando una señal de que el desempeño negativo fue más generalizado al interior del entramado industrial en contraste a los meses anteriores.

De hecho, se observa que más de la mitad (57%) de los 68 microsectores que componen al índice exhibieron una caída interanual en junio, cifra que había sido un 43% promedio en el lapso enero-mayo de 2023.

Así, existió un desempeño heterogéneo entre ramas mayormente orientadas al mercado doméstico. Por caso, Productos textiles creció 6,3% i.a., mientras que Prendas de vestir, calzado y cuero se deterioró 7,1% i.a. y Madera, papel, edición e impresión cayó 2,4% i.a.

Estos números van en línea a una demanda interna que paulatinamente se va debilitando, en un contexto de aceleración inflacionaria y deterioro de los ingresos reales.

A su vez, hay que tener en cuenta que, si bien la aprobación de SIRAs con yuanes contribuyó a descomprimir parcialmente el flujo de importaciones de ciertos sectores, determinados sectores tuvieron complicaciones para abastecerse de insumos para producir.

Por otro lado, Minerales no metálicos cayó -3,3% i.a. en junio, en línea con el deterioro del desempeño de la construcción (-2,8% i.a. dio el ISAC). La actividad de la construcción acumula tres meses consecutivos en rojo (abril-junio), en un contexto de fuerte incertidumbre electoral.

Existieron otras ramas industriales -con un perfil mayormente exportador– que mantuvieron un desempeño positivo en el mes. El mayor crecimiento lo tuvo Refinación de petróleo, coque y combustible nuclear (+2,7% i.a.), en un contexto de pleno auge de desarrollo de Vaca Muerta. En esta línea, la provincia de Neuquén mostró un récord en exportación de petróleo en junio (2,77 millones de barriles).

Por otro lado, el sector automotriz también creció (+1,7% i.a.), en conjunto a Otros equipos de transporte (+2,2% i.a.). Respecto a estas ramas, el impulso vino por una demanda interna que se mantuvo pujante en un contexto de escasas alternativas de ahorro al dólar oficial, mientras que el perfil exportador del sector está mostrando un desempeño acotado, pero se ve beneficiado por determinadas regulaciones (por caso, el decreto de exportaciones incrementales).

Además, si bien las restricciones a las importaciones actuales influyen sobre el sector (vía escasez de autopartes), también están exentas en determinadas regulaciones (por caso, el impuesto PAÍS del 7,5% no se aplica a insumos para bienes exportables del sector automotriz) y la activación del pago con yuanes para la aprobación de SIRAs permite un relajamiento de las restricciones para los insumos provenientes de China.

Perspectivas

Esperamos que esta tendencia se mantenga en los próximos meses: las ramas vinculadas al sector agropecuario se mantendrán en rojo (alimentos y bebidas y maquinaria agricola), mientras que el resto de los sectores con un perfil orientado al mercado externo mantendrían un mejor desempeño relativo. Dentro de los sectores vinculados a la demanda local, la evolución será heterogenea, con un consumo privado que continuará debilitándose y mayores restricciones a las importaciones limitando la oferta de insumos.

El reciente resultado electoral de las PASO empeora el escenario de la industria en el resto del año. Los sectores vinculados al mercado interno se verán nuevamente golpeados producto de la aceleración inflacionaria y el deterioro de los ingresos reales, mientras que las ramas asociadas a la construcción seguirán mostrando un desempeño acotado como consecuencia de la fuerte incertidumbre general. A diferencia, sectores como automotriz y petróleo y gas seguirán con un desempeño positivo, y en algunos casos, se vieron beneficiados por la reciente devaluación de la cotización oficial.

Si la industria se mantuviese estancada en el resto del año (es decir, con un desempeño de 0% mensual para el periodo mayo-diciembre), el sector caería 0,1% i.a. en el promedio de 2023. Por este motivo, dado que estimamos que el desempeño de la actividad industrial se mantendrá en terreno negativo en los próximos meses, prevemos que en el promedio anual el sector refleje una caída respecto a 2022.

 

 



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